sábado, 23 de enero de 2016

Balotaje 2015. El voto como hecho (más o menos) de 'clase'. Vol II. Las Provincias

Partiendo de una tendencia general, ya constatada y conocida; es lícito preguntarse si tal tendencia vale para todo el país. Es decir, si la asociación que observamos entre el nivel socioeconómico que imputamos a los votantes y el voto a las fuerzas políticas en disputa en el último Balotaje, es una fotografía relativamente estática a medida que analizamos esta vinculación en cada jurisdicción del país. Si es un fenómeno que se evidencia, social y electoralmente hablando, bajo una fisonomía homogénea. En síntesis, preguntarse cómo se vota en las provincias?



La división 

Sin profundizar sobre el tema (no es la idea ni el objetivo de este post), Argentina está atravesada por tradiciones políticas comunes, aunque, en algunas zonas, terrtorialmente especificas. También, sus provincias, poseen características puntuales, mediatizadas por procesos históricos (principalmente) productivos. Cuando hablamos de 'las provincias', es inevitable remarcar (otra vez y siempre) lo que supone la extensión y, fundamentalmente, la distribución demográfica y diversificación (o su inexistencia) productiva del país. 

 


Concomitantemente, estos atributos son los que determinan y dan forma al cuerpo socioeconómico de estas sociedades. A medida que trabajamos los instrumentos y las métricas que miden este tipo de fenómenos (en este caso, la dimensión socioeconómica en un Índice), comenzamos a observar las diferencias, los matices, las concentaciones y el orden territorial de los distintos grupos y colectivos de nivel socioeconómico. Vamos a decir una obviedad: las características, la cantidad y la distribución de los distintos grupos de NSE (bajos, medios, altos) difieren notablemebte en las regiones del país. Es el factor que elegimos para intentar explicar los resultados electorales, por lo que esperamos algunas variaciones respecto al general.

Si volvemos a mirar la tendencia general (nacional) del voto, la correlación socioeconómica es clara y significativa. Si en vez de trabajar con promedios, lo hacemos con los valores de los CdV ganadores (por fuerza política), vemos que la tendencia, como es de esperar, es la misma pero nos permite ver una zona 'media' (para un lado y otro) que es un territorio bastante disputado y (partiendo de la mediana del puntaje en bruto del Índice, y no ya discretizado en grupos) probablemente más 'derechizado' (voto a coalición Cambiemos) que peronista. 
Este grupo, colectivo bastante definido en términos socioeconómicos (tiene puntaje, tiene asignado grupos, se pueden mensurar sus atributos, etc), pero bastante indefinido en otros aspectos, es el sector donde vamos a poner el foco. Como base o referencia, como punto o distancia, su comportamiento dista de ser homogéneo en las regiones del país y es allí donde empieza a explicarse algunos parámetros de los resultados de noviembre.
 
Las provincias


La idea de trabajar, en este tramo, la caracterización socioeconómica como puntaje bruto, fue precisamente para poder captar estas diferencias no tan nítidas bajo la agrupación en grupos (esquema G1 - G7). 
Como muestra el gráfico doble de burbujas (superior), en lo que respecta al FpV, las provincias a la izquierda de la mediana de puntaje (menos NSE) son las que tienen los mayores porcentajes de voto ganador (Santiago del Estero, Formosa, Chaco, Salta, San Juan, etc). Se apartan de este patrón las provincias patagónicas (con mayor NSE). Por el lado de Cambiemos, CABA es el caso representativo in extremis, dado que las provincias con niveles similares del mismo voto ganador, están muy lejos en términos de NSE, como Córdoba, San Luis, La Rioja y, caso extremo contrario (y paradójico), Jujuy.


Entonces, el patrón provincial del voto tiene las tendencias que podríamos esperar. Provincias más 'pobres' o más 'ricas' o más o menos periféricas, se han inclinado históricamente por el peronismo o por fuerzas políticas alternativas a este movimiento, respectivamente. Si bien reconocemos algunos casos dignos de mención (como Jujuy, con niveles similares de voto a Cambiemos que CABA pero en las antípodas en términos de NSE), podemos identificar conglomerados de provincias con similares características, socioeconómicas y de resultado electoral, es decir, políticas.

Si vamos a los promedios de voto ganador (FpV o Cambiemos) por grupo de NSE en cada provincia, se aprecian claramente las tendencias del porcentaje de voto. Estas tendencias  forman 'pinzas' en la sumarización para las proporciones de voto. En la 'pinza' general (resultados total país), las tendencias de las dos fuerzas políticas (cada una  correlacionadas positiva y negativamente con el INSE) se intersectaban en el grupo medio (G4), casi en un 50-50
La forma de la 'pinza' es la que nos muestra la forma en que se vota en cada provincia, es decir, cómo se disputa y manifiesta el voto de 'clase'. Y en esas formas, es el punto de intersección, es decir, en qué grupo de NSE la tendencia general se da vuelta. En qué grupo comienza a diferenciarse socialmente el voto en cada zona del país.

Analicemos algunas provincias (en los gráficos, los grupos NSE comienzan en el G2 porque el G1 son zonas de extrema pobreza y solo hay 3 CdV en todo el país en una zona con esas condiciones. Se calculó el mismo -puntaje- INSE para todo el país, de manera de otorgar representatividad plena al territorio). 
En CABA, las líneas de los porcentajes de voto ganador por grupo no se intersectan, Cambiemos gana (en promedio) en todos los grupos de NSE. Aunque hay que destacar que los grupos 'medios' porteños (tal vez contrariamente a nuestro prejuicio(?)), son los más votan al FpV (en términos relativos dentro de esa fuerza, claro).
Buena Aires (con GBA) parece representativo (un poco corrida hacia la derecha -G5) de la tendencia nacional, donde las fuerzas se cruzan en el grupor medio.
Cordoba, Santa Fe y Mendoza nos muestran dos comportamientos electorales similares, aunque con sus matices. En estas provincias la 'pinza' se abre tempranamente, evidenciando que los grupos de bajo NSE ya se están inclinando por la centro-derecha, cosa que no sucedía en los datos (nacionales y provinciales) que veníamos analizando (salvo un caso atípico como Jujuy). Sin embargo, dentro de este movimiento común entre estas tres provincias, en Córdoba la brecha se ensancha a medida que subimos el NSE. En Santa Fe y Mendoza, si bien sube (y de manera constante), parece haber una tensión que evita que la brecha sea tan pronunciada. Entonces, esquematizando la geometría, el ángulo de apertura de la 'pinza' (nombre que le pusimos a la forma de la tendencia) va en relación directa a la inclinación conservadora (electoralmente hablando) de una población determinada.
Salta vota muy similar a Buenos Aires, siendo los grupos medios los que parten la tendencia. Tucumán corre el cruce de las tendencias de voto ganador a la derecha, siendo el G5 (algo así como un grupo 'medio alto' o 'pequeña burguesía') donde comienza a ganar y a separarse la coalición de centro-derecha.
Santiago del Estero repite la particularidad de CABA de no poseer intersección de proporción de voto en las fuerzas políticas en los grupos NSE. La diferencia es en la forma: CABA mantiene una forma de campana donde los extremos son de centro-derecha y en Santiago se ve una profundización de la tendencia general pero sin que en ningún grupo gane la centro - derecha. Si bien baja con el NSE, en todos los grupos triunfa (en promedio) el peronismo.

Guerra de Posición


Si trascendemos el promedio del voto ganador (las 'pinzas') y vamos a los porcentajes reales de voto de los CdV en las provincias, podemos apreciar el comportamiento de las tendencia como también los casos 'disonantes' y los extremos.
En CABA es clara la tendencia del voto y su NSE. Pero también vemos los casos de voto a Cambienos en estratos bajos como los votos ganadores a FpV con NSE superior a la madiana del puntaje (tirando a 'medio'/ 'medio-alto'). 
En Córdoba no hay chances de sorpresas y mucho antes del mediodía del NSE es abrumadora la presencia de los puntos amarillos (voto ganador a Cambiemos). Claramente hay un apoyo cuasi total a la centro - derecha y la tendencia nacional se rompe en términos más radicales que en CABA.
En Jujuy también se percibe claramente esa 'fuga' de los sectores de menor NSE hacia Cambiemos. Además de una zona media claramente amarilla. 
Finalizando la línea superior de gráficos de provincias Cambienos-friendly, tenemos a Mendoza, con un comportamiento similar, aunque menos radicalizado que Córdoba, con una presencia 'temprana' de Cambiemos, disputando los sectores medio - bajos y medios al voto de FpV. Claramente crece el porcentaje de voto (patrón recurrente en las demás) de Cambiemos a medida que crece el NSE.
Las provincias de la serie de abajo, cumplen, con sus matices, la tendencia general (nacional). Sectores 'bajos' y 'medios' mayoritariamente peronismtas que van perdiendo presencia a medida que vamos subiendo en el NSE. Lo particuar allí es la distribución y 'amplitud' del rango del puntaje de NSE. La amplitud de los puntos (la dispersión en el rango del puntaje) nos muestra provincias más o menos desiguales (en términos de NSE). Formosa y Chaco son similares tanto en sus estructura social del voto como en la dispersión de sus NSE. Chubut parece una provincia con mayor homogeneidad SE y Salta es el paradigma de la distribución cuadrática del voto (forma de herradura), donde se cumplen los supuestos generales de distribución del voto ganador (azul/ amarillos) a medida que vamos ascendiendo en el NSE
De todos los gráficos (con sus diferencias leves o notables), lo que es digno de mención es la gran disputa que existe, en muchas provincias, del voto ganador, en las zonas media-baja/media/media - alta. O en esa cosa tan compleja, denominada 'sectores medios'.

El interior del Interior 

Volvemos al factor demográfico. Y del factor demográfico, al de la distribución.
Como pudimos constatar, no se vota igual en todo el país. También vimos que el voto 'de clase' posee características (zonificaciones) generales que se repiten a lo largo del país pero que en otras zonas, se rompe. Ésto, si lo analizamos con las concentraciones demográficas al interior de las provincias (con la formación de una y a veces dos grandes urbes), nos invita a pensar que, si hay un tendencia general que se cumple pero que también se rompe, y que si hay fotografías 'de clase' del voto en cada provincia, probablemente en alguna (pocas o varias) existan zonas, ciudades (medianas o grandes) o regiones, donde se pueda conformar o tornar contraintuitiva a la tendencia general provincial (y/o nacional, dependiendo de cada provincia).
No estamos haciendo otra cosa que aumentar el zoom sobre los patrones sociales (y geográficos) del voto.
Analicemos (cuando no...) Buenos Aires. Ya vimos y explicamos que esta provincia vota como el país en términos de 'clase'. Es decir, tiene un patrón de voto similar al general.  
Cuando analizamos el mapa electoral de Buenos Aires, encontramos dos zonas con marcadas diferencias (en gran parte socioeconómicas y) electorales. Es notable la diferencia entre el patrón del voto de GBA (Conurbano bonaerense) y el 'interior' de la provincia. 




Estamos comparando dos zonas radicalmente distintas en cuanto a su comportamiento electoral y socioeconómico. Pero casi 7 de cada 10 bonaerenses vive en el GBA...
Por tal razón, si analizamos Buenos Aires sin GBA (y a la inversa), tenemos dos 'provincias' que se pueden acoplar perfectamente a los dos grupos de provincias que analizamos más arriba. Incluso dentro de GBA hay una zona (norte, y en menor escala, algunas ciudades/localidades/barrios del 1° cordón) donde se rompe el matiz del 'voto conurbanero'.
A partir de las zonificaciones (en el mapa superior, potenciadas en la simbolización circulo más grande = más de proporción del voto) del voto, la zona norte del GBA vota como el interior de la provincia y algunas zonas periféricas de ciudades grandes del interior bonaerense, tienen un voto similar al conurbano.



Buenos Aires sin GBA es una provincia con niveles promedio de NSE más altos que si incluimos a la conurbanización bonaerense. También cumple con el patrón de provincias como Córdoba, Mendoza o CABA, con una abrumadora mayoría de voto a la derecha, incluso debajo de la mediana de NSE. Es decir, allí también existen zonas donde los sectores populares se inclinan a la coalición Cabiemos.
Por el otro labdo, el GBA cumple los patrones de provincias más 'populares', como las del norte o Patagonia. En términos de NSE, se parece más a las del norte y en el voto a las patagónicas. Está muy marcada la división del voto a medida que pasamos los sectores 'medios'. También existen pequeños conglomerados de grupos con alto NSE que votan al peronismo.
La pregunta ahora apunta a si Buenos Aires es un caso testigo de otras zonas del país. Si se producen estas diferencias tan marcadas al interior de otras provincias. Existen otras zonas donde es tan fuerte la tensión territorial de un centro y su periferia? Estas tensiones se producen en las grandes urbes del 'interior' del país? En todas? En cuáles sí y en cuáles el voto es homogéneo y transversal a la 'estructura de clase' existente?
Veremos
  

 NdA: Este post también posee la invalorable colaboración del sociólogo viedmense Santiago Barandiarán.



1 comentario:

  1. En caba habra influido la famosa "clase media progre", que no se ve tanto ni en el conurbano ni en el interior, pero que se nota muy presente en el centro geografico de la ciudad (de un lado y del otro de Juan B. Justo y cerca de Av Cordoba)??? Y en Jujuy es probable un voto castigo de sectores pobres contra el FPV y su relacion con Milagro Sala???

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